I Feel Pretty (Sexy por Accidente) es el tercer protagónico en cine de Amy Schumer (Trainwreck, Snatched), quien se convirtió en una de las comediantes más populares de la industria gracias a su trabajo en el programa de televisión Inside Amy Schumer para el canal Comedy Central. Valiéndose de su desenfadado sentido del humor, el cual recurre constantemente a la comedia física así como a chistes que hacen referencia a su sobrepeso, I Feel Pretty se siente como una versión actualizada de Shallow Hal, la comedia del año 2001 con Jack Black y Gwyneth Paltrow.
Renee (Schumer) es una chica insegura que trabaja para el departamento de informática de una poderosa compañía de cosméticos con base en la ciudad de Nueva York. Consternada por no tener el aspecto físico de una super-modelo, la protagonista hace lo posible por tratar de aumentar su auto-estima, pero sus múltiples intentos terminan saliendo peor de lo esperado. Desde momentos embarazosos en clases de spinning, hasta el rechazo de los hombres en un sitio virtual de citas. Sin embargo, las cosas cambiarán por completo luego de que Renee se lleva un duro golpe en la cabeza.
Y es que al despertar, la chica se observa a si misma en el espejo de aspecto esbelto, pese a que, en realidad, su físico no ha cambiado en lo absoluto. Esta «nueva imagen» le da un boost a su auto-estima, sintiéndose mucho más segura de si misma, y con la fortaleza de luchar por las metas que tanto soñó con alcanzar. Aunque sus mejores amigas parecen estar confundidas por el repentino (y extraño) cambio de personalidad de Renee, la CEO de la compañía para la cuál trabaja, Avery LeClaire (Michelle Williams), ve en ella una oportunidad perfecta para sacar adelante su nuevo plan de negocios.
I Feel Pretty podrá ser una comedia predecible y poco memorable, pero ésta trae consigo un mensaje importante y relevante de empowerment, así como también sobre la preocupación casi obsesiva de muchos jóvenes con respecto a su apariencia física, la cuál en muchas ocasiones puede desencadenar en severos trastornos alimenticios. La gente llega a creer que nuestro valor como personas radica en cómo nos vemos, olvidando que lo más importante es lo que uno lleva dentro. Podrá sonar cliché, pero es una problemática real basada en los inalcanzables estándares de belleza que han sido impuestos por medios de comunicación, así como por las mismas marcas que venden ropa, perfumes, y demás accesorios de moda.
A pesar de sus buenas intenciones y del mensaje que busca transmitir, la cinta se torna demasiado repetitiva, y sus casi dos horas de duración se convierten en un suplicio. Después de tres protagónicos, Amy Schumer demuestra su limitado rango como actriz, al volver a interpretarse a ella misma. Quienes hayan visto sus dos trabajos anteriores (Trainwreck y Snatched) podrán darse cuenta que no existe gran diferencia entre los roles que ha interpretado y su personaje de Renee en esta película. La nominada al Oscar Michelle Williams, a quien normalmente vemos en cintas de corte dramático, nos sorprende con una actuación super graciosa que termina robándose el spotlight. Williams interpreta a una poderosa ejecutiva que también carga con sus propias inseguridades debido a su voz tan aguda. Y aunque su personaje no tiene el mismo peso protagónico, la actriz sabe sacarle provecho y termina opacando a la protagonista en más de una ocasión.
I Feel Pretty sigue la fórmula al pie de la letra y no ofrece algo nuevo al espectador. La presencia de Amy Schumer no consigue darle un toque de frescura a una historia tan conocida, y los momentos cómicos no siempre logran conectar con la audiencia. Y aunque la película trae un mensaje positivo e importante por compartir, su impacto termina diluyéndose entre lo reiterativo de sus situaciones y conflictos.
Calificación: **
Título original: I Feel Pretty (Sexy por Accidente)
Año: 2018
País: Estados Unidos, China
Dirige: Abby Kohn y Marc Silverstein
Con: Amy Schumer, Michelle Williams y Rory Scovel