La frontera entre México y los Estados Unidos vuelve a convertirse en el escenario principal de este drama mexicano, elegido para representar al país en la pasada entrega de los Premios Oscar, pero que no alcanzó colocarse entre las semifinalistas. 600 Millas marca el debut como director de Gabriel Ripstein, quien busca plasmar su huella en el cine nacional tal y como lo ha logrado su padre, el también realizador Arturo Ripstein. Recurriendo a un estilo naturalista, escenas contemplativas, y muy poco diálogo, la cinta nos sumerge en el mundo del tráfico de armas que ocurre a plena luz del día y con total impunidad de ambos gobiernos.
Arnulfo (Kristyan Ferrer) es un jovencito que se dedica a comprar armas de fuego en los Estados Unidos para posteriormente esconderlas en su camioneta y transportarlas a México. Con la ayuda de otro chico de origen americano, éste logra obtener la mercancía a través de distintos medios, ya sea en ferias de armas, establecimientos legales o por internet. Más allá de poder superarse económicamente, la principal motivación detrás de las acciones de Arnulfo es la de obtener la confianza y el respeto de su tío, quien es el cabecilla de una célula criminal en México. En uno de sus viajes, Arnulfo se topa con Hank (Tim Roth), un agente de la ATF quien ha estado siguiéndole la pista. Sin embargo, las cosas salen mal y el chico, sin saber que hacer, decide secuestrar al hombre y cruzar la frontera con la esperanza de que sus familiares le ayuden a resolver el problema en el que se ha metido.
Tanto Kristyan Ferrer como Tim Roth brindan actuaciones que valen la pena disfrutarse, pero fuera de ahí, la cinta no aporta algo más. 600 Millas se siente como la típica película fronteriza, siguiendo el patrón de otros trabajos mexicanos donde abundan las escenas largas, diálogo escaso y violencia repentina. La historia tiene un buen arranque, pero posteriormente va perdiendo fuerza al llevarnos por un sin fin de sub-tramas que jamás se resuelven, comportamientos que no encajan con el perfil de los personajes, y situaciones que jamás sucederían en la realidad. El final es abrupto y nos deja con la sensación de seguir esperando un clímax que jamás llega.
Lamentablemente, la película tampoco funciona como denuncia política o social. 600 Millas evade los temas principales al simplemente plasmarlos en pantalla pero sin darles un correcto seguimiento o desarrollo a la largo de la cinta. El supuesto lazo que va surgiendo entre víctima y victimario es poco creíble y carece de sustento necesario para que uno crea que las cosas sucederían de la misma forma en la vida real. Es difícil simpatizar por alguno de los personajes, cuyas motivaciones siempre parecen estar ocultas y el realizador no deja que uno, como espectador, descubra un poco más de ellas. Un trabajo muy irregular que logra sostenerse únicamente por sus actuaciones, pero fuera de ahí, es una película sin mucho que contar, analizar o reflexionar.
600 Millas se encuentra disponible a la venta y renta en los Estados Unidos y México
Calificación: * 1/2
Título original: 600 Millas (600 Miles)
Año: 2015
País: México
Dirige: Gabriel Ripstein
Con: Tim Roth y Kristyan Ferrer
Cine Sin Fronteras 