OJ Haywood (Daniel Kaluuya) sabe que algo extraño está ocurriendo en los desérticos parajes del rancho familiar, situado en el valle de Santa Clarita a una cuantas millas al norte de la ciudad de Los Angeles. No solo los animales a su cargo han comenzado a mostrar signos de una insólita conducta, sino que también la enigmática y sorpresiva muerte de su padre se ha sumado a la larga lista de misterios que parecieran no tener una clara explicación. Sin embargo, entre las responsabilidades por mantener a flote el negocio que heredó de sus antepasados, y la enorme tristeza que carga en su interior, el joven no ha tenido tiempo de averiguar si dichos eventos están conectados entre sí, o si únicamente se trata de una serie de sucesos aleatorios sin correlación alguna.
Las cosas cambian radicalmente tras el arribo de su extrovertida hermana Emerald (Keke Palmer), quien a pesar de su característica impuntualidad, posee el talento para lidiar con diplomacia con las excéntricas demandas de directores y productores de cine. La relación entre los Haywood y Hollywood es una que ha perdurado por generaciones. Incluso, podría decirse que la industria cinematográfica, como tal, no existiría si no fuera por la labor de su tatarabuelo, el fundador del rancho, un jinete que protagonizó uno de los primeros filmes de la historia: la secuencia de imágenes en movimiento de un hombre montado en su caballo. Desde entonces, la familia se ha dedicado a entrenar animales para su uso en sets de películas y programas de televisión. No obstante, la conveniencia que brindan los efectos especiales en la actualidad ha hecho que sus servicios sean más prescindibles que nunca.
Emerald está convencida que los extraños sucesos del rancho no solo están entrelazados, sino que tienen el mismo origen: seres de otro planeta. Siguiendo los pasos de sus ancestros, la joven busca convertirse en una pionera. La primera persona en capturar en video las imágenes del platillo volador que pareciera surcar por los cielos de California, con el objetivo de obtener la notoriedad y la fortuna con la que todos sueñan en la era actual de influencers y celebridades nacidas en el Internet. Para ello, la caza-OVNIs recluta a un peculiar equipo, integrado por su hermano OJ, Angel (Brandon Perea), el trabajador de una tienda de electrónicos con experiencia en sistemas de vigilancia, y Antlers (Michael Wincott), un arrogante fotógrafo. Juntos enfrentarán lo desconocido, sin imaginar que la tarea será más difícil de lo que estimaban.
Nope (¡Nop!), el tercer largometraje de Jordan Peele (Get Out, Us), es un western de ciencia ficción que desafía las convenciones del blockbuster de verano. Una película de monstruos sumamente creativa, subversiva e impredecible que nos mantiene siempre en alerta, ya sea gracias al extraordinario trabajo de fotografía y música, a cargo de Hoyte Van Hoytema y Michael Abels respectivamente, o a sus intrigantes atmósferas que combinan efectivamente comedia, suspenso y terror para darnos momentos que seguro se convertirán en unos de los más memorables del año, y que son muestra tangible del ingenio y talento del aclamado escritor y realizador.
Como suele ser costumbre en el cine de Peele, hay una serie de diversas temáticas que son exploradas a lo largo del filme de forma paralela, aunque, en esta ocasión, el comentario social no es tan punzante como lo fue en instancias previas. Por un lado encontramos la amnesia histórica que prevalece en la Unión Americana y que se ha encargado de borrar el trabajo de pioneros afro-americanos, cuyos logros permanecen en el anonimato, como lo es el caso del protagonista del cortometraje de Eadweard Muybridge, realizado en el año 1887. Al observar el arduo esfuerzo de los hermanos Haywood por ser los primeros en captar a las criaturas alienígenas con su lente, y convertirse en parte importante de la historia, resulta imposible no pensar en la trascendencia de su legado. ¿Será posible que, en cien años, la humanidad aún recuerde sus nombres? ¿O será que sus heroicas hazañas terminarán atribuyéndose a alguien más?
La película también explora, con cierta ironía, la explotación de los animales en Hollywood a través de una fascinante y aterradora viñeta en la que vemos cómo el protagonista del sitcom noventero Gordy’s Home, un simpático chimpancé, sale de control y destruye por completo el set televisivo. El director no duda en girar la cámara hacia el público, cuestionando no solo nuestra culpa y obsesión colectiva por este tipo de contenido, sino también ese morbo hacia las tragedias y ese nivel de voyerismo que ha encumbrado en años recientes a cientos de estrellas de reality shows. Fijaciones que han encontrado terreno fértil en las redes sociales, espacios donde la fama momentánea es la divisa principal.
Mientras otros filmes de ciencia ficción contemplan la existencia de vida extraterrestre inteligente y avanzada, Nope nos muestra un lado más hostil e irracional que convierte a los seres de otro planeta en imparables depredadores con instintos bestiales. El resultado es tremendamente divertido, y gran parte de ello se debe también al trabajo del elenco. El ganador del premio Oscar, Daniel Kaluuya, consigue hacernos reír con sus monosílabos y su carácter tan relajado, para después tenernos al borde de la butaca con el terror que transmite con tal solo su mirada. Keke Palmer es sensacional y su energía tan contrastante con la de su co-protagonista hace que la química funcione. Steven Yeun (Minari) complementa el reparto, interpretando a Ricky ‘Jupe’ Park, un ex-actor marcado por el trauma que administra un excéntrico parque de diversiones contiguo al rancho ecuestre de los Haywood.
Si bien Nope es una propuesta innovadora y refrescante al típico contenido que los grandes estudios de Hollywood suelen programar durante el verano, la ambición visual de Peele no logra redimir lo difuso de sus temas, sobre todo a la hora en que estos convergen durante el acto final, y la falta de desarrollo de sus personajes para que la parte humana del relato tenga ese punch de drama y empatía. Como un espectáculo fílmico lleno de risas, emociones y sobresaltos, la película cumple con su objetivo de principio a fin. Sin embargo, como una historia sobre personajes rotos que buscan sobreponerse a la tragedia – ya sea la pérdida de un ser querido, un rompimiento amoroso, un trauma infantil, o el ocaso de la vida – Nope se queda a casi nada de alcanzar ese encuentro cercano del tercer tipo.
Nope (¡Nop!) estrena en cines de Estados Unidos a partir del 22 de julio del 2022.

Título original: Nope (¡Nop!)
Año: 2022
País: Estados Unidos
Dirige: Jordan Peele
Con: Daniel Kaluuya, Keke Palmer, Steven Yeun, Brandon Perea, Michael Wincott y Keith David