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Reseña – BlacKkKlansman (El Infiltrado del KKKlan)

No es ninguna casualidad que BlacKkKlansman (El Infiltrado del KKKlan) llegue a los cines norteamericanos justo al cumplirse un año de los trágicos eventos que ocurrieron en la ciudad de Charlottesville. Para quienes no lo recuerden, el 11 de agosto del 2017 un grupo de nacionalistas y supremacistas blancos tomó las calles de dicha ciudad, localizada en el estado de Virginia, en señal de protesta por la remoción de los monumentos que hacían honor a los héroes de la Guerra Civil Estadounidense. Los manifestantes portaban armas de fuego, coreaban cantos racistas, y ondeaban banderas con la esvástica (el símbolo nazi). El mitin terminó en tragedia, luego de que un automóvil embistiera a un grupo opositor conformado por activistas y defensores de los derechos civiles, dejando a varios de ellos con graves heridas, y ocasionando la muerte de una joven. Pese al cínico acto de terrorismo, el actual presidente de los Estados Unidos no condenó los hechos. Calificó a los manifestantes como «buenas personas», y acreditó a la oposición como un grupo violento.

Los hechos de Charlottesville son fundamentales para el desarrollo de BlacKkKlansman, el nuevo largometraje de Spike Lee. El realizador, cuya carrera se expande a lo largo de cuatro décadas, siempre ha sido un activista a través de sus filmes. Desde Do The Right Thing a finales de los ochentas hasta Chi-Raq, el cine de Spike Lee ha sido uno de denuncia social, retratando los problemas y las injusticias a las que se enfrentan las comunidades afro-americanas del país. BlacKkKlansman no es la excepción, y para ello, el director recurre a una historia verídica de los años setenta que expone el pasado de una nación que aún continúa atrapada en medio de una retórica llena de odio y xenofobia.

La película nos lleva hasta Colorado donde conocemos a Ron Stallworth (John David Washington), un policía que recién acaba de ingresar a las filas de la corporación local. Tratando de seguir los pasos de Shaft, el héroe principal de una cinta del sub-género de blaxploitation, Ron decide convertirse en un detective secreto. Su primera misión: infiltrarse al Ku Klux Klan de la región. Obviamente, existe un pequeño inconveniente: nuestro protagonista es afro-americano. Con tal de realizar una investigación exitosa, Ron recluta a su compañero Flip Zimmerman (Adam Driver), un policía de origen judío,  para que éste se haga pasar por él en las reuniones de la organización.

Es entonces cuando surge una interesante dinámica entre ambos personajes. Ron es quien continúa estableciendo contacto con el clan vía telefónica, mientras que Flip se convierte en la imagen para convivir frente a frente con los miembros de la congregación local. Las cosas comienzan a complicarse cuando Ron descubre que el grupo quiere hacerle daño a Patrice (Laura Harrier), una activista por quien comienza a desarrollar cierta afección. Asimismo, uno de los miembros del clan tiene una fuerte sospecha sobre la verdadera identidad de Flip.

BlacKkKlansman tiene grandes momentos de comedia al estilo de Spike Lee. En el fondo, se trata de un buddy film sobre la camaradería que surge entre dos detectives. John David Washington, hijo del venerado actor de Hollywood Denzel Washington, es la verdadera revelación de la cinta. Washington hace un extraordinario trabajo al interpretar a un joven lleno de ilusiones que poco a poco va percatándose de las injusticias sociales provocadas por sus mismos compañeros de trabajo. Adam Driver proporciona cierto balance a la historia, permitiéndonos observar el conflicto a través de sus ojos. El cambio de rol entre los dos personajes ofrece un importante ejercicio de empatía. Al asumir la identidad de Ron, el personaje de Driver comienza a experimentar su vida desde la perspectiva de su compañero. Los resultados son catárticos para Flip. Tanto así que lo llevan a reflexionar sobre su origen y su postura ante el discurso de odio de quienes le rodean.

De la misma forma que el personaje principal de la historia descubre que su entorno es parte del problema, Spike Lee hace lo mismo al reflexionar sobre el papel del cine, y especialmente Hollywood, en promover los mensajes de racismo y odio. El realizador toma dos filmes como ejemplo: The Birth of a Nation de D.W. Griffith, y Gone with the Wind de Victor Fleming. Ambas cintas son consideradas clásicos del cine y no sólo cuentan con un gran número de fanáticos, sino que también son material indispensable para aquellos que estudian cine. The Birth of a Nation es una película épica del cine mudo, mientras que Gone with the Wind aún ostenta en título de la película más taquillera de todos los tiempos. Resulta increíble cómo dos de los filmes más influyentes en la historia del cine norteamericano también hayan contribuido a fomentar el odio y la intolerancia a través de los años.

Supuestamente todo, a excepción del personaje de Patrice, es parte de la increíble pero verídica historia de Ron Stallworth, incluyendo sus conversaciones telefónicas con el entonces líder del clan David Duke (Topher Grace, en una graciosa pero bien lograda interpretación). Hay una escena en la que Ron y uno de sus compañeros de trabajo platican sobre la estrategia de los miembros del clan: ir tomando el control del gobierno para eventualmente llegar hasta la Casa Blanca. Incrédulo, el protagonista se lo toma a broma. Sin embargo, esa indiferencia es la que nos ha llevado hasta el día de hoy, hasta los eventos en Charlottesville, hasta tener a un hombre en el cargo más importante de la nación que es íntimo amigo de Duke.

BlacKkKlansman es una comedia que más allá de entretener, busca generar inconformidad en el espectador, ya sea por medio de sus diálogos o de las situaciones que se van desarrollando a lo largo de sus 135 minutos de duración. Esa inconformidad es necesaria para que abramos nuestros ojos, nos llenemos de coraje, y alcemos la voz. Spike Lee es un activista que sabe utilizar perfectamente el medio cinematográfico para plasmar la rabia, la impotencia, y el descontento que ha ido creciendo en las comunidades marginadas de los Estados Unidos. BlacKkKlansman podrá ser un filme incómodo y hasta difícil para algunos, pero es justamente lo que necesitamos ver en pleno 2018. Lee re-escribe la historia de su industria, creando un filme que ideológicamente es la contra-parte de las influyentes obras de Griffith y Fleming. BlacKkKlansman y su potente mensaje es lo que necesitamos para evitar que otra tragedia como Charlottesville vuelva a ocurrir.

Calificación: ****

Ficha técnica:

BlacKkKlansman

El Infliltrado del KKKlan

Infiltrado en el KKKlan

Año: 2018

País: Estados Unidos

Dirige: Spike Lee

Con: John David Washington, Adam Driver, Laura Harrier y Topher Grace

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