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Reseña – Gran Turismo (De Jugador a Corredor)

Convicción. Una cualidad que todo conductor de carreras automovilísticas debe poseer. La confianza al volante que le permita tomar decisiones complejas en cuestión de milisegundos. La determinación para liberarse de miedos y dudas que pongan en riesgo su vida – y la de sus compañeros. Una aptitud que el entrenador Jack Salter (David Harbour) busca infundir en su nuevo discípulo, Jann Mardenborough (Archie Madekwe), un joven piloto que se prepara para su primera competencia profesional como parte de la escudería Nissan. Una oportunidad con la que había soñado desde pequeño, cuando descubrió su pasión por la máxima velocidad gracias al popular videojuego de simulación Gran Turismo.

Pese a la objeción de su padre, interpretado por Djimon Hounsou, el protagonista decide inscribirse en un ambicioso concurso – el primero en su tipo – organizado por Sony, compañía productora de la consola de videojuegos Playstation, en conjunto con la reconocida marca automotriz Nissan. La arriesgada idea, concebida por el ejecutivo de mercadotecnia Danny Moore (Orlando Bloom), busca llevar a los aficionados del juego automovilístico, lanzado en 1997, directo a las más importantes pistas de carreras, con el objetivo de incrementar las ventas de ambas compañías japonesas. A través de la llamada GT Academy, miles de jóvenes de todas partes del mundo tendrán la posibilidad de poner a prueba sus habilidades al volante para convertirse en pilotos profesionales con el apoyo de un grupo de mentores, expertos en este peligroso y adrenalínico deporte motor.

Dispuesto a triunfar en la carrera de Le Mans en Francia, uno de los circuitos más prestigiosos a nivel internacional, Jann deberá aprender a tener la convicción necesaria para enfrentar los múltiples obstáculos que se interpondrán en su camino. Desde las ofensas por parte de miembros de otras escuderías rivales, hasta los traumas físicos y emocionales a raíz de un aparatoso accidente. Con el apoyo de Salter, un ex-piloto cuyo promisorio futuro profesional se vio empañado por un trágico suceso del cual jamás pudo recuperarse, el chico de origen inglés intentará domar a su saboteador interno con el fin de alcanzar la gloria que tanto ha deseado por años.

Las adaptaciones de juegos de video a la pantalla grande han representado grandes desafíos para Hollywood. A veces, la esencia del juego se pierde por completo y los personajes tan queridos por los seguidores no consiguen llenar las expectativas al ser trasladados al mundo real. En el caso de Gran Turismo, existe una importante diferencia que supone un reto mayor: ¿cómo llevar al cine una aventura interactiva que no cuenta con célebres protagonistas? Fiel a su carácter inclusivo y de accesibilidad, en el cuál cada jugador tiene la oportunidad de convertirse en la estrella principal de las carreras de autos, la cinta elige narrar una historia verídica, basada en la competencia GT Academy, en lugar de crear un relato ficticio. Dicha decisión no solo le da ventaja con respecto a otras versiones cinematográficas de videojuegos, sino que, de paso, crea un vínculo más estrecho y empático con la audiencia.

En sí, Gran Turismo (De Jugador a Corredor) es lo que conocemos coloquialmente como un relato del underdog, aquella persona cuyo talento y habilidades son subestimadas por sus rivales, pero que al final consigue vencer sus adversidades gracias a la seguridad depositada en sí mismo. Neill Blomkamp (District 9, Elysium), director de la película, nos conduce por un circuito previamente recorrido, sin grandes revelaciones ni sorpresas que le distingan de otras producciones deportivas del mismo tipo. Los personajes se desplazan por carriles predeterminados, sin ahondar con profundidad en las motivaciones que los guían por dichos caminos. Hay subtramas, como la del romance del protagonista, que restan importancia y desarrollo al conflicto de éste con sus padres. Uno que termina resolviéndose al vapor, a pesar de haber sido introducido como uno de los motores principales del filme.

Entre lo convencional de la trama y el desvergonzado product placement, la cinta pone el pie en el acelerador y encuentra la velocidad ideal gracias a las actuaciones de Archie Madekwe, David Harbour y Djimon Hounsou. Madekwe cumple en el rol protagónico y nos regala momentos hilarantes cortesía de la música de Kenny G y Enya. Hounsou, actor nominado al premio Oscar en dos ocasiones por su trabajo en In America y Blood Diamond, nos regala un par de escenas dramáticas sumamente poderosas que esperemos le abran la puerta a nuevas oportunidades en Hollywood. No obstante, es Harbour, quien con su natural mezcla de carisma, humor y afecto, termina robándose la película y evita que ésta salga de la pista. Geri Halliwell Horner, integrante de la agrupación musical Spice Girls, complementa el reparto, dando vida a la madre del personaje principal.

Si bien Gran Turismo nos lleva por terrenos familiares con su convencional historia del joven que vence todos los obstáculos para llegar a la cúspide del éxito, el filme resulta entretenido incluso para quienes no sean fanáticos de las carreras automovilísticas o del videojuego en el cual está basado. Aunque su edición en ratos resulta un tanto caótica, y algunos de sus efectos visuales terminan rayando en lo soso, el resultado final es ágil y emocionante. De haber seguido su lección sobre el valor de la convicción, quizá hubiéramos encontrado en Gran Turismo una película que sacara mayor provecho a su carácter único para diferenciarse de otras producciones deportivas, de la misma manera que logra darle un ingenioso giro a las adaptaciones cinematográficas de lucrativas franquicias de videojuegos.

Gran Turismo (De Jugador a Corredor) estrena en cines de Estados Unidos a partir del 25 de agosto del 2023.

(2.5 estrellas de 4)

Título original: Gran Turismo (De Jugador a Corredor)

Año: 2023

País: Estados Unidos, Japón

Dirige: Neill Blomkamp

Con: Archie Madekwe, David Harbour, Orlando Bloom, Djimon Hounsou y Geri Halliwell Horner

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