La maternidad es un tema explorado con frecuencia en el cine. A través de los años hemos visto dramas y comedias sobre el embarazo, las dificultades en la crianza de los hijos, y el amor incondicional de una madre cuando estos abandonan el hogar para forjar su propia vida. En True Mothers, la realizadora japonesa Naomi Kawase aborda dicha temática desde dos perspectivas distintas: la de una adolescente que es forzada por sus padres para dar a su primogénito en adopción, y la de la madre adoptiva del pequeño, quien finalmente tiene la oportunidad de cumplir su deseo de formar un familia. Dos historias que a la vez retratan los prejuicios sociales que, aún en pleno siglo 21, continúan fuertemente arraigados dentro de la cultura japonesa, restringiendo el poder que tienen las mujeres para decidir qué hacer con sus vidas o cómo establecer su propio núcleo familiar.
Tras recibir el informe médico que confirma su incapacidad para procrear, Satoko y Kiyokazu, una joven pareja ilusionada con formar una familia, deciden recurrir a una agencia de adopción para cumplir sus sueños de convertirse en padres. Aunque al principio el matrimonio se muestra un poco nervioso ante la incertidumbre y la responsabilidad de criar a alguien que no lleve su propia sangre, las dudas se disipan por completo una vez que el pequeño Asato llega a iluminar sus vidas. Como condición, Satoko (Hiromi Nagasaku) acepta renunciar a su trabajo para dedicar todo su tiempo al cuidado del nuevo integrante del hogar. Años más tarde, justo cuando el menor está a punto de ingresar a la escuela primaria, los miedos y las dudas vuelven a apoderarse de la protagonista luego de que un incidente sin mucha trascendencia hace que cuestione su desempeño como madre.
A la par, la película nos muestra la historia de Hikari (Aju Makita), la madre biológica de Asato, una chica de 14 años que se ve obligada a enfrentar las consecuencias de su embarazo no deseado. Convencida por sus padres de que la llegada de un hijo terminará por arruinar sus promisorios planes a futuro, la joven es enviada a vivir a una remota casa en Hiroshima donde recibirá el cuidado necesario para dar a luz y, posteriormente, entregar al bebé en adopción. No obstante, el sentimiento de culpa que carga por haber renunciado a su primogénito provocará un grave conflicto con sus familiares, empujándola a huir del hogar y valerse por sí misma en un sistema que no está diseñado para cubrir las necesidades de las madres solteras.
Lo que arranca como un melodrama convencional sobre el significado de la maternidad desde el punto de vista de la adopción, poco a poco se convierte en un relato sumamente profundo, conmovedor y lleno de matices que explora las dos caras de la moneda, partiendo del instante en que ambas protagonistas se convierten en madres. Acompañada por las cálidas notas de piano que forman parte de su banda sonora, True Mothers va entretejiendo lentamente sus dos historias, envolviéndonos en las complejidades y los dilemas que enfrentan sus personajes, y rematando con un mensaje que busca dar visibilidad a ciertas normas sociales y costumbres arcaicas que ponen a las mujeres en desventaja.
Aunque por momentos predecible, y en ocasiones hasta un poco telenovelesca, True Mothers es un sutil drama que gracias al gran trabajo de sus actores consigue no solo conmovernos hasta el llanto, sino que también nos muestra un lado más auténtico y menos explorado de un tema tan común como lo es la maternidad. Una historia que desafía ciertas nociones preconcebidas sobre qué es lo que define a una verdadera madre, sin importar las conexiones y lazos sanguíneos, y cuáles son las características que determinan el concepto de familia.
Seleccionada para representar a Japón en la edición número 93 de los premios Oscar, True Mothers estrenará a partir del 29 de enero del 2021 en cines virtuales de Estados Unidos. Más información sobre cómo y dónde ver la película online en la página de Film Movement.
Calificación: ***
Título original: Asa ga Kuru (True Mothers)
Año: 2020
País: Japón
Dirige: Naomi Kawase
Con: Hiromi Nagasaku, Aju Makita y Arata Iura