Inicialmente concebida como una mini-serie para la plataforma digital Netflix, The Ballad of Buster Scruggs (La Balada de Buster Scruggs), el más reciente y ambicioso proyecto de los hermanos Ethan y Joel Coen (No Country for Old Man, Fargo), terminó lanzándose al público en formato de largometraje. El estilo tan característico de los realizadores está presente a lo largo de esta heterogénea colección de historias, todas ellas situadas en el Viejo Oeste norteamericano. Combinando distintos géneros que van desde la comedia musical al cine de suspenso, cada uno de los seis segmentos que conforman esta antología cinematográfica sobresalen por su toque de ironía y violencia.
En la primera viñeta, la cual comparte el mismo título que la cinta, conocemos al mencionado Buster Scruggs (interpretado por Tim Blake Nelson), un matón de gran fama quien presume sus habilidades por medio del canto. Es la historia perfecta para arrancar el filme: ágil, cómica y divertida. El humor continúa presente en la segunda parte titulada Near Algodones, protagonizada por James Franco como un ladrón de bancos cuyo atraco termina saliéndose de control.
La comedia toma una breve pausa para dar paso al relato más oscuro del compendio. En Meal Ticket, Liam Neeson viaja de pueblo en pueblo para llevar entretenimiento a través de las declamaciones de un chico que carece de extremidades. Rápidamente, la película regresa a un tono menos sombrío en All Gold Canyon sobre un hombre obsesionado por encontrar oro cerca de un riachuelo.
Finalmente, la antología concluye con dos segmentos muy distintos entre sí: The Gal Who Got Rattled con Zoe Kazan sobre una mujer que viaja en una caravana rumbo a Oregon, y The Mortal Remains con Brendan Gleeson que nos muestra la conversación entre cinco misteriosos pasajeros que se dirigen al mismo destino.
La extraordinaria fotografía a cargo del francés Bruno Delbonnel (Inside Llewyn Davis, Amélie) consigue que los seis relatos se sientan parte del mismo universo, ya que en realidad no existe un hilo que conecte cada una de las historias. Aunque algunos segmentos quizá sorprendan por su brevedad, lo cierto es que es necesario observar cada uno de éstos para entender el propósito detrás de este ambicioso proyecto. Es a través de la amalgama de historias, presentadas a manera de cuentos o leyendas populares, que los hermanos Coen hacen un frío y calculado análisis de la sociedad de los Estados Unidos.
A pesar de que la película nos transporta al pasado, cada una de las historias funciona como un reflejo del pueblo norteamericano, de sus valores y sus costumbres. Desde la presunción de Buster Scrugger por ser el mejor del mundo, hasta la celebración colectiva de la violencia, la destrucción del medio ambiente, el rol de la mujer en la sociedad y la fascinación por el entretenimiento hueco y banal. Temáticas que tristemente aún observamos y son completamente válidas en la época actual. El último segmento es el que muestra a la sociedad del país tal y como es: un grupo de migrantes forzados a compartir el mismo espacio, y a respetarse mutuamente pese a sus marcadas diferencias de ideología.
Desafortunadamente la falta de cohesión entre los relatos hace que algunos de ellos se disfruten menos que el resto. Asimismo, el abrupto cambio de tono entre las historias termina por jugar en su contra. Pese a ello, The Ballad of Buster Scrugger es un must-see para los seguidores de los hermanos Coen y un testimonio de la maestría de los realizadores para contar historias y plasmarlas en la pantalla. Un interesante ejercicio cinematográfico que echa un vistazo al pasado para mostrarnos la raíz de algunos problemas que la sociedad norteamericana viene arrastrando desde siglos atrás.
Calificación: ***
Título original: The Ballad of Buster Scruggs (La Balada de Buster Scruggs)
Año: 2018
País: Estados Unidos
Dirige: Ethan y Joel Coen
Con: Liam Neeson, James Franco, Zoe Kazan, Brendan Gleeson y Tim Blake Nelson