Annabelle: Creation (Annabelle 2: La Creación) es la más reciente adición al universo de la franquicia de terror The Conjuring (El Conjuro). Hace tres años, la espeluznante muñeca que aparece brevemente en la primera cinta tuvo su propio spin-off que si bien cumplió las expectativas en taquilla, desafortunadamente dejó un mal sabor de boca entre los fanáticos de dicha saga. En esta ocasión David F. Sandberg, el director de la exitosa película de terror del verano pasado Lights Out, es el encargado de presentarnos los orígenes de la muñeca y del espíritu maligno que habita en ella, y el resultado es bastante decoroso, ofreciéndonos una buena dosis de sustos que superan tanto a la primer película de Annabelle, como a la secuela The Conjuring 2.
La cinta nos remonta hasta los años cuarenta a una casona rural de los Estados Unidos donde la pequeña Annabelle vive con su familia. La casa tiene un pequeño taller a las afueras donde su padre, de profesión juguetero, se dedica a hacer muñecas de madera. Un terrible e inesperado accidente automóvilistico acaba con la corta vida de Annabelle, y sus padres, destrozados, deciden aislarse del mundo. Doce años más tarde, el matrimonio Mullins decide convertir su hogar en un orfanatorio comandado por la monja Charlotte (la mexicana Stephanie Sigman), quien de inmediato se muda al caserón junto a seis jovencitas en espera de adopción.
Por las noches, Janice – una niña que padece polio y tiene problemas para caminar – comienza a escuchar ruidos que la conducen hasta la habitación de Annabelle. Ahí, ésta encuentra a la muñeca escondida en un pequeño closet cuyas paredes están tapizadas con versos de la biblia. La temible muñeca escapa y a partir de ese momento, el espíritu de Annabelle comienza a rondar las habitaciones y los pasillos de la enorme casa, sumergiéndonos en una atmósfera de completo suspenso y terror.
La película hace un gran trabajo en introducir la historia y sus personajes, sin que ésta se vuelva demasiado tediosa. Tanto el guión como la dirección de Sandberg ayudan a que poco a poco vayamos involucrándonos en este mundo donde los silencios y la oscuridad se convierten en toda una pesadilla. Annabelle: Creation tiene un par de momentos que definitivamente te harán gritar y saltar de tu butaca, y que te pondrán los pelos de punta. La cinta sabe jugar bien con los espacios, las sombras y los sonidos, logrando que los sustos sean aún más efectivos.
Desafortunadamente, tal y como sucedió en The Conjuring 2, la segunda parte de la película recurre más al CGI y decide llevarnos por lugares comunes del género, lo que termina por restarle suspenso y efectividad. Y aunque las actuaciones y el nivel técnico de ejecución ayudan un poco, el guión comienza a volverse demasiado predecible. Eso sí, parece que tendremos más The Conjuring por un buen rato. El personaje de la monja, que vimos en la secuela de The Conjuring, hace una breve aparición como antesala a su propio spin-off que llegará a los cines el próximo año y que contará con la participación de otro actor mexicano, Demián Bichir. Asimismo, ya se está cocinando la tercera entrega de la saga original, aún sin fecha oficial de estreno. Y después de haber visto Annabelle: Creation, no dudamos que hasta el espantapájaros pronto tenga su propia película.
Annabelle: Creation es la película más escalofriante de la saga The Conjuring después de la primera de la serie. Una historia bien contada que aunque termina por volverse un tanto predecible, tiene un primer acto sólido, efectivo y sumamente aterrador. Dudo mucho que éste vaya a ser el fin de la historia de la muñeca Annabelle, ya que la cinta deja la puerta abierta para una posible secuela. Definitivamente no apta para cardiacos y un buen aperitivo de verano para aquellos que estamos esperando con ansias el estreno de IT el próximo mes de septiembre.
Calificación: ** 1/2
Título original: Annabelle: Creation (Annabelle 2: La Creación)
Año: 2017
País: Estados Unidos
Dirige: David F. Sandberg
Con: Stephanie Sigman, Talitha Bateman, Miranda Otto, Anthony LaPaglia y Lulu Wilson